miércoles, 27 de noviembre de 2013

Alevosía



¡Miedo !grita ella.




Dos jóvenes corren por una callejuela oscura y húmeda, son las tantas de la madrugada y parece no haber un alma. Él tira de la mano de ella,

-Vamos- le dice, - No deberíamos pararnos aquí, ya casi estamos.

Jadean y sudan, están exhaustos.

-Espera, espera un poco- dice ella, con menos fortaleza que él. -Debo recuperarme un poco, llevamos horas corriendo- le protesta.

-Él está aquí, lo presiento – le dice él,  -¿eres consciente de lo que nos pasará si nos pilla?,

 -Sí- responde ella con decisión.

 -Vamos- dicen al unísono.

Echan a correr de nuevo todo lo rápido que son capaces, con el corazón casi fuera del pecho y jadeando con fuerza, en busca de una meta. De repente, doblan una esquina y ven el puerto. Ambos se paran y se esconden tras un contenedor de barco.

-Mira, ahí está- le dice él – ¡hemos llegado !

ambos se miran y sonríen,

 -¡ hemos ganado!- le dice ella, mientras mira atentamente uno de los barcos amarrados en el puerto.

Pero en ese instante alguien sale de la oscuridad desde detrás de ellos, y con dos golpes certeros y rápidos y casi sin hacer ruido les asesta dos puñaladas que acaban con sus vidas sin que ninguno de los dos tenga tiempo de decir nada.



Las portadas de la prensa al día siguiente rezan estos titulares.


Aparecen dos cadáveres en el puerto.

La pasada noche, en las rodalias de los estibadores portuarios, aparecieron los cuerpos de dos jóvenes asesinados.

Al parecer murieron a causa de una puñalada en el corazón en ambos casos, y se desconoce el autor de tan macabro crimen.

Los jóvenes identificados como D.B. Vergüenza y C.P. Miedo, aparecieron tirados junto a los contenedores del puerto.




Fotografías de :Henri Cartier-Bresson
Creative Commons License

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