
Yo soy el por y tú el que
Curiosas palabras.
Cuando están separadas, preguntan.
Y cuando se juntan, responden.
Yo soy el por y tú el que.
Porque te necesito.
Porque me alivias, me enjuagas, me cuidas.
Porque te siento y me tranquilizo.
Porque me alimentas, me insuflas,
me inhalas, me embaucas y me bebes.
Porque lo eres todo para mí.
Ayer, hoy, mañana, siempre, siempre

Y después cuando tengo las respuestas, me acosan de nuevo más preguntas.
¿Por qué no puedo tenerte siempre?
¿Por qué nunca es todo como quiero?
¿Por qué a veces no me entiendes?
¿Por qué no me explico suficiente?
¿Por qué mi modo te provoca angustia?
¿Por qué tu modo me da quebranto?
¿Por qué no me limito a disfrutarte?

Respuestas, preguntas…
Dos palabras, a veces sueltas preguntando
Otras juntas respondiendo, dando…
¿Por qué ?
Pues simplemente porque así somos dos, y a veces uno