jueves, 3 de octubre de 2019

Infidelida[es]



       
          Mientras que a algunos les mata la sensación de culpabilidad después de un sueño erótico, otros se levantan tan campantes al tener una aventura nocturna. Intentamos averiguar algo más sobre ese difuso concepto llamado “Engaño
           
       Seamos sinceros. Ni siquiera el diccionario es capaz de aclararnos con exactitud lo que es la fidelidad. Si su definición lealtad, observancia de la fe que alguien debe a otra persona-es cuando menos enrevesada, peor nos lo pone la Real Academia de la Lengua al explicarnos la infidelidad como falta de fidelidad. Genial. O bien los académicos ignoran la existencia del sexo, cosa poco probable, o bien ese vacío semántico de carta blanca a quien sostiene con perseverancia que solo se engaña con el corazón y no con el cuerpo. Entonces, ¿Dónde empieza la infidelidad? ¿En los pensamientos, en la imaginación, en los besos, en la cama o simplemente en esa mirada coqueta en la terraza de un café? Para entender un poquito mas sobre un tema que afecta poco o mucho –pero casi siempre mal- a todo bicho viviente.
           

        La primera conclusión es que, ante la pregunta ¿Dónde empieza la infidelidad?, 9 de cada 10 mujeres empiezan su respuesta diciendo: Cuando el…, mientras que ellos salvo celos patológicos- responden: Cuando yo…              Como si engañar solo se conjugase en masculino. Pero no creas por eso que todas las hembras son fieles y cornudas. Es mas, tú, que estas leyendo ahora, reflexiona sobre este punto:¿eres fiel o infiel? Patricia Delahaie, autora de una encuesta sobre la fidelidad femenina, se ríe todavía al recordar una respuesta del tipo: Nunca he sido infiel, o en todo caso, muy, muy poco. Y es que el engaño es una noción absolutamente personal y no existe ningún modelo social para definirlo de forma precisa, sino que las normas se establecen dentro de cada pareja.
             

        Otra cuestión que debe tenerse en cuenta es que la mayoría de los estudios cuantitativos se refieren a la infidelidad sexual, pero hay mucha gente, como el sociólogo Sergio Chamizo,  que piensa que actitudes como el flirteo o el coqueteo también entrarían dentro del concepto de infidelidad. Además, pese a esa inexistencia de una norma ética global, la cultura y la religión pesan en cada persona. Así, una musulmana que lleva velo será acusada de infidelidad si se la quita delante de un hombre que no sea su marido, mientras que nadie trata de adultera a una mujer occidental por pasear en la playa en topless. Por la consulta del sexólogo Francisco Tucci pasan incluso mujeres que tienen la impresión de engañar a sus maridos porque otros hombres aparecen en sus sueños, y algunas, incluso, se sienten mal si un compañero de trabajo les dice un piropo. Aunque nuestro sentido de culpabilidad no sea tan extremo y no nos torture, raras son las féminas que reconocen sus infidelidades, ni siquiera confidencialmente. Ellos, por lo contrario, tienden a alardear sobre este tema.


       En lo que nos parecemos ambos sexos es en ser más tolerantes con nuestros propios pecadillos que con los de nuestra pareja.
           

           Busquemos algo positivo en todo esto. Por ejemplo, la psicoterapeuta Paula Salomón explica en su  libro, Bendita infidelidad, lo que puede tener de positivo ser infiel. Si, si, como lo oyes. Puede ayudar a la renovación de la pareja y al conocimiento de uno mismo. “Cuando se ama profundamente a alguien –dice Salomón-, también se ama su crecimiento. La infidelidad puede llegar a formar parte de esa evolución personal. Aceptarlo es sinónimo de mucho amor y generosidad. Si el romanticismo y la moral pesasen menos sobre la infidelidad, que sigue siendo una palabra deshonrosa, habría un menor numero de divorcios. Pasar por una crisis de infidelidad sin separarse es un signo de verdadera madurez”. ¿Opiniones en contra? Entre muchas otras, la de Julia, de 29 años. Para ella, el engaño empieza incluso antes de que haya roce corporal: “se empieza a engañar con la primera mirada hacia el otro. Cuando mi chico mira a una mujer le pierdo por un instante, y eso es una forma de traición”. Cristina teme que las ex novias de su marido “enciendan su imaginación” y a Carmen le mortifica “saberse engañada vía Internet” (según una encuesta reciente el 60% de los buscadores de Internet se consagra al sexo).
           
    ¿Es que el miedo a la infidelidad nos puede volver paranoicos? Según Paula Salomón si, ya que “lo que para unos no es mas que un detalle insignificante para otros puede ser algo dramático. Es más, muchas parejas corren el peligro de caer en una relación sadomasoquista incluso yéndose a una isla desierta. No estoy de acuerdo con la idea de que pensar en otro significa ya ser infiel –explica Paula-. Creer eso es invadir el jardín secreto y la necesidad de erotismo del otro. El cariño por alguien que conocemos hace tiempo no tiene nada que ver con la llamarada de deseo que podemos sentir por alguien nuevo. Este deseo nos hace sentir vivos. Que se materialice depende del pacto de pareja, que puede incluir la cláusula de no exclusividad sexual. En estos casos, acostarse no seria engañar, ya que no hay traición. “Ya Fourier, en el siglo XIX, defendía que la fidelidad de los cuerpos no tenia ningún sentido y que solo contaba la de la mente, Marta una amiga de 40 años me dijo una vez : Mi marido me engañaba de vez en cuando pero, en nombre de nuestra complicidad, lo aguante durante veinte años. El me amaba. Pero una vez le sorprendí con una mirada soñadora y, al preguntarle, me mintió. Comprendí que le había perdido y, por primera vez, me sentí traicionada. Pero ¿se cumple aquello de que el hombre empieza a ser infiel en la cama y la mujer cuando ama? Parece ser que no. Los sexólogos están descubriendo que cada vez hay más hombres sentimentales y más mujeres a las que le gusta el sexo por el sexo sin más complicaciones.
           

         En resumen, los limites de la infidelidad son más imprecisos que nunca, aunque parece que, tanto en hombres como en mujeres, sentirse rechazado por el pensamiento del ser amado es más dramático que ser engañado por su cuerpo.



Por cierto, ¿en quien estas pensando ahora?



* 1ª Fotografía:Diana Dihaze

11 comentarios:

  1. Este texto, a modo de divagación, no es reciente, si no me falla la memoria tiene al menos unos ocho años, podría haberlo revisado, modificado, pues con el tiempo, con la experiencia, con la madurez, en definitiva, con el paso de la vida, vamos cambiando nuestra optica, nuestro prisma; no obstante he decidido dejarlo tal cual, al fin y al cabo es una manera más de conocerme, de repensarme y de que vosotros también lo hagáis conmigo
    besos y cariños desde este rincón del atlántico

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  2. Ya nos has puesto a pensar, de entrada coincido con Paula Salomón que una infidelidad puede ayudar a la renovación, es como el ajedrez si juegas siempre con la misma pareja ya sabes de antemano todos sus movimientos y nunca aprendes.
    Posiblemente haya que valorar la lealtad junto con la fidelidad, la primera disculpa a la segunda.
    Y una cosa más, nosotras no alardeamos por eso no nos pillan jeje
    Hoy en muchas sobremesas se hablará del tema. Abrazucos para un feliz jueves
    PD. El texto no ha perdido vigencia

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  3. La infeliz fidelidad y viceversa.

    Demuestras mucha inteligencia con este texto. Atractiva inteligencia, diría yo.
    Enhorabuena.

    Besos.

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  4. Magnífico texto que da para pensar y mucho. Supongo que, como todo en esta vida, es un hecho totalmente subjetivo. La cuestión es vivir(se) siendo fiel a nuestros principios, sean cuales sean, y si estos, además, pueden compartirse con quien también lo hace, hay una relación de autenticidad por la que disfrutar en complicidad y evolucionar juntos.

    Muy bueno, preciosa. Me ha encantado leerte.

    Abrazos enormes, y feliz tarde 💙

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  5. Es excelente el informe MARIA, abarca todas las formas posibles de infidelidad... hace poco me conto mi hermano que una compañera de trabajo le dijo; "queres ser mas feliz conseguite una amante""desde que tengo amante, estoy mejor con mi marido...."
    Un amigo me dijo "Yo soy infiel... si mi sra. quiere meterme los cuernos que lo haga, pero que yo no me entere, si lo hace que lo haga bien!!"
    En conclusión parece que tener un amante, es positivo para la pareja, pero que nunca se entere, porque se sufre!
    Y segun lo que dice el sociologo Sergio Chamizo, que cree que el flirteo o el coqueteo tambien entra en las posibilidades de infidelidad..... entonces digo" Nunca he sido infiel,en todo caso muy, muy poco jajajja
    El tema da para mucho.....
    Un beso Maria!!

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  6. Muy bueno, MaRia. Me ha gustado la amplitud de miras del informe, y al final vemos que la infidelidad tiene muchos matices.

    No soy celosa ni soporto los celos, creo que el amor entre adultos debe ser libre, y no vigilado ni costreñido. Si pactamos que sea un amor en exclusiva debemos mantener ese pacto o hablarlo y ver qué ocurre.

    No creo que un pensamiento, una mirada ni un sueño sean infidelidades, madre mía, es que hay personas que todo lo dramatizan.

    He sido infiel alguna vez, cuando no me he sentido amada en exclusiva, y soy fiel ahora que si siento eso. No hay más misterios.

    También me han sido infieles, pero ese nunca fue el verdadero motivo de la ruptura.

    Un tema para seguir reflexionando. ¿Fidelidad siempre?, tambien debería entrar en el debate.

    Besos,

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  7. Quizás en lo que este texto sea menos vigente, es cuando dice que las mujeres no alardean sobre sus infidelidades o no lo comentan. Ya no lo callan tanto.
    Es un tema interesante, desde lo psicológico como desde lo sociológico y lo presentaste muy bien.
    Creo que los límites de la infidelidad se van ampliando, hay más "permiso" y eso está en cada uno. Es una decisión personal, y sobre todo, debería ser algo concordado con la pareja, los ocultamientos no favorecen a ninguna de las partes.
    Preciosas fotos, la primera es impactante.

    Un gran abrazo, MaRía.

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  8. Pues yo soy rematadamente fiel, rematadamente tonta. Si estoy con alguien no me dedico ni a tontear, ni a engañar... he sido siempre así, desde que tengo uso de razón (sexual) ... y si lo que quiero es ir de flor en flor...pues estoy soltera... (que tampoco es el caso... jajajaj lo de ir de flor en flor digo) porque estoy soltera y no estoy por la labor de ir recolectando polen....:))) en fin, besos solitarios desde mi sofá hasta donde estés.

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  9. Ser infiel, se da cuando ya dejas de respetar a tu pareja y a la relación Buen análisis. Te mando un beso

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  10. La infidelidad, un adjetivo que pocos deseamos que figure en nuestro C.V, y que a la vez marcamos con tinta roja en los demás. Ser infiel, para mí es una muestra de debilidad, de escaso amor propio, sea en el ámbito de la pareja o en cualquier otro. Tal vez, peque de ingenua querida María, pero sé que si descubro una infidelidad, sea de la clase que sea, ya nada puede ser igual con respecto a la persona que la ha cometido. Te confieso que a veces me he sentido algo así como infiel a mí propia esencia, sentimiento que me hace reflexionar y ser más prudente a la hora de juzgar las acciones de los demás
    Me gustó muchísimo tu texto, actual sea el momento que sea, a mi entender
    besitos muchos

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  11. Se puede ser infiel de muchas maneras y la reacción depende de los sentimientos de la persona engañada. Es un tema muy complejo que no puede someterse a reglas ni razonamientos...

    Abrazo de sal y ola.

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